SALINAS DE PERIAGO .


Estas Salinas se encuentran entre la Sierra de Melgoso y la Sierra de la Pinosa, en una zona conocida como Cerros de Loma Quemada, en el Término Municipal de Caravaca. Parece ser que sufrieron un importante declive en la primera mitad del siglo XX, aunque se desconoce con precisión el momento de su abandono. Su ubicación es verdaderamente sorprendente en un paisaje relativamente forestal, pero están ubicadas en un barranco de terrenos margosos y a la vista muy rico en sales. La ubicación de las charcas presenta una gran semejanza con las Salinas de la Ramona. La coloración de las margas del kéuper es especialmente llamativa y los salineros de estas salinas conocían y utilizaban las lutitas más verdosas para su aplicación en la impermeabilización de las eras. A esta tierra la llaman Greda.

El edificio que sirvió como alojamiento de los salineros y una guarnición militar y probablemente de los dueños, se encuentra en ruinas, aunque aún se puede contemplar su estructura. A sus pies están agrupadas balsas y charcas, junto al barranco que parecen sortear. En realidad son dos conjuntos salineros. Cada conjunto disponía de un almacén propio, una balsa almacenadora (recocedero) y un grupo de charcas cristalizadoras (eras). El grupo más alto contaba con 16 eras agrupadas en conjuntos de cuatro y el segundo grupo de mayor tamaño consta de 23 eras distribuidas en seis grupos o tablares. Estas eras están construidas con base de piedra y la delimitación lateral con tablas de madera, sobre dicha base se aplicaba una capa de arcilla. Los canales de distribución estaban construidos con canales tallados en troncos de madera. Las balsas se encontraban construidas a un nivel más alto que las charcas por lo que la elevación del agua se realizaba manualmente con ayuda de una Garrucha, del que aún quedan en pie los restos que nos permiten intuir su presencia. Este artilugio es un simple cubo de Zinc o de Cobre atado con una cuerda a dos vigas de madera cruzadas, que a su vez servían al trabajador para asegurarse a este punto de apoyo para evitar la peligrosa caída a la balsa de la salmuera. D. José Sánchez García, es uno de los dos propietarios de las Salinas que ha trabajado durante años regando las eras con la garrucha.

El origen de estas salinas se remonta al menos al siglo XIV, y se ha documentado que pertenecieron a D. Salvador Yago, que al adquirir las Salinas del Campillo de los Ballesteros y de Juan Martínez El Carbonero, procedió así a convertirse en el único salinero de Caravaca, quedando la propiedad de estas salinas en manos de sus sucesores. Uno de ellos, Pedro Yago, parece ser el origen del nombre de las Salinas de Periago, en vez de la Cabeza Pinosa, que es como aparecen en actas y documentos de la época.